En verano aumentamos las pérdidas de agua a través del sudor, por lo que el reponer líquidos durante el ejercicio es de vital importancia para prevenir posibles calambres e incluso desvanecimientos.
En eventos de menos de una hora no existe suficiente evidencia de que estas bebidas (con carbohidratos y electrolitos) mejoren el rendimiento frente al consumo de agua pura.
No hay que confundir las bebidas de rehidratación oral (normalmente llamadas isotónicas) que se consumen durante el ejercicio, con las bebidas para la sobrecarga de glucógeno, que se consumen después del ejercicio, son más concentradas (solución de hasta un 40% de hidratos de carbono).
Estas últimas tienen un efecto negativo en la hidratación, si se consumen durante el ejercicio, ya que dificultan la absorción de agua.
Siempre se recomienda la realización de un ejercicio moderado en intensidad y constante, a poder ser diario, como andar una hora, nadar media hora o correr media hora para estar sanos, de manera que la mejor manera de hidratarnos haciendo un ejercicio saludable, es beber agua, y si es la del grifo mejor.